Cuando un niño está gravemente enfermo y fallecerá, toda la familia vive el tiempo de la enfermedad y la despedida de forma muy intensa y cercana. El cuidado de los niños, que a menudo dura años, requiere de una fuerza infinita.
La Fundación Bärenherz de Wiesbaden tiene como misión estar al lado de las personas que deben vivir esta situación límite. En ambos hospicios infantiles de Wiesbaden y Markkleeberg, cerca de Leipzig, promovidos por la Fundación se acompaña a las familias desde el diagnóstico hasta más allá del fallecimiento del niño. Aquí, los niños enfermos encuentran el cuidado cualificado y la asistencia cariñosa y los padres y todos los miembros de la familia asesoramiento, aligeramiento y consuelo en todo lo relacionado con el niño.
Para ello se necesitan muchas manos: los cuidadores, la economía doméstica, el equipo pedagógico, el bienestar espiritual, el acompañamiento de los hermanos del niño, los terapeutas y médicos, hasta el servicio ambulatorio, el cuidado de seguimiento, así como los voluntarios y muchos más. En Bärenherz encontramos también opciones de musicoterapia y terapia con animales. Todas contribuyen a que los niños acompañados y sus familias puedan experimentar seguridad, apoyo y fortalecimiento.
Porque cada minuto de vida es valiosísimo
«Las familias con niños gravemente enfermos se encuentran a menudo en una situación excepcional extrema durante años. Tener miedo por el propio hijo, querer hacer todo lo posible para su tratamiento y cuidarlo día y noche supone un estrés increíble. Deber estar ahí para estas familias, apoyarlas, compartir con ellas la alegría y el dolor y acompañarlos en los momentos más difíciles, esto es muy importante para mí y para todos los empleados y empleadas profesionales y voluntarios», explica Lena Schmitt, directora del hospicio infantil Bärenherz de Wiesbaden.
Julie Fritsch
Tu mano, mi mano, tú me tocas, yo te toco. Aunque estemos separados, somo uno para siempre.
Alrededor de 2,6 millones abona la Fundación Bärenherz independiente para ambos hospicios infantiles, así como para el hogar para niños Nesthäkchen de Heidenrod en Taunus, un centro de cuidado permanente para niños y jóvenes gravemente enfermos o muy dependiente. La mayor parte del dinero son donaciones sin las cuales sería imposible continuar financiado los hospicios. Los hospicios infantiles no reciben financiación pública.
